Cuando ví esta fotografía me acorde de alguien.
Lo que se esconde detrás dé,,,,no siempre es fácil de adivinar.
Detrás de una cara sonrrosada una tez blanca, y bueno, aunque el telón rojo se ve de primeras siempre puedes llegar a pensar que la promiscuidad puede ser de color azul cielo y quedarse una tan tranquila.
Cuando una puerta se abre ante tus ojos nunca sabes que encontraras,,,como aquella tarde cuando te conocí.
No sabía que al cruzar el rellano de tu casa se empezaría a escribir una historia, en ese mismo momento,instante que con poca frecuencia olvido.
Pero la razón no avisa cuando el corazón juega a verse y a quererse, y son noches y terrazas, miradas y primeros besos los que se vuelven indispensables y dominantes de la propia historia.
La verdadera realidad de ésta solo puede verse al final, o cuando abres la siguiente puerta.
Aquella tarde de verano hacía tanta calor,,,hubiese sido más propicio quedarse en casa o ir a la piscina, y no estar en la quinta planta de aquel edificio,,,pero,,,ahora miro ésta fotografía y entiendo lo que significa.
Además luego llegó el invierno y ya se sabe,los trocitos de espejo rotos ante las rodillas,además de aquél corazón que pretendía saberlo todo cuando aún no sabía nada.
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